El pasado 5 de Mayo tuvimos la primera sesión de orientación on line en cuidados paliativos, dedicándonos a estudiar el funcionamiento del Sistema respiratorio.
Les ofrecemos información de la primera parte de esta sesión:
La respiración es un proceso involuntario y automático, en que se extrae el oxigeno del aire inspirado y se expulsan los gases de desecho con el aire espirado. El aire se inhala por la nariz, donde se calienta y humedece. Luego pasa a la faringe, sigue por la laringe y penetra en la tráquea. A la mitad de la altura del pecho, la tráquea se divide en dos bronquios que se dividen de nuevo, una y otra vez, en bronquios secundarios, terciarios y, finalmente, en unos 250.000 bronquiolos.
Al final de los bronquiolos se agrupan en racimos de alvéolos, pequeños sacos de aire, donde se realiza el intercambio de gases con la sangre.
La respiración cumple con dos fases sucesivas, efectuadas gracias a la acción muscular del diafragma y de los músculos intercostales, controlados todos por el centro respiratorio del bulbo raquídeo en el cerebro:
En la inspiración, el diafragma se contrae y los músculos intercostales se elevan y ensanchan las costillas. La caja torácica gana volumen y penetra aire del exterior para llenar este espacio.
Durante la espiración, el diafragma se relaja y las costillas descienden y se desplazan hacia el interior. La caja torácica disminuye su capacidad y los pulmones dejan escapar el aire hacia el exterior.
Respiramos unas 17 veces por minuto y cada vez introducimos en la respiración normal ½ litro de aire. El número de inspiraciones depende del ejercicio, de la edad etc. la capacidad pulmonar de una persona es de cinco litros.
Cuando el aire llega a los alvéolos, parte del oxigeno que lleva atraviesa las finísimas paredes y pasa a los glóbulos rojos de la sangre. Y el dióxido de carbono que traía la sangre pasa al aire, así la sangre venenosa se convierte en sangre arterial.
Mediante la respiración se proporciona el oxigeno que el cuerpo necesita y se elimina el Dióxido de Carbono o gas carbónico que se produce en todas las células.
Los pulmones producen moco para defenderse contra los gérmenes. La Leucodistrofia favorece la acumulación y producción de moco, haciendo que sea más espeso y difícil de eliminar.
Es en este moco en donde pueden presentarse las infecciones. Las infecciones causan inflamación o hinchazón de los pulmones. Tanto las infecciones como la inflamación pueden provocar que se produzca más moco. Cuando hay más moco en los pulmones, pueden presentarse más infecciones. Este ciclo de infección, inflamación y más moco, puede dañar los pulmones y reducir la función pulmonar.
Los antibióticos sirven para tratar las infecciones; hacen que el niño se sienta mejor pero con el tiempo, se acumula el daño.
Es por esto que es importante la indicación de realizar siempre las técnicas de drenaje bronquial así el niño se sienta bien. Cuando se enferman, debe hacerse con más frecuencia.
EL MOCO
El moco se mueve a través de unos pelitos diminutos, llamados cilios, que recubren los bronquios. Los cilios se mueven hacia un lado y el otro. El moco es transportado deslizándose por encima de estos cilios. Los cilios no pueden transportar igual el moco, si este es espeso y abundante.
Cuando el moco se acumula, se pega y recubre las paredes de los bronquios.
Para poder moverlo, a veces no alcanza la tos, así que hay que aplicar técnicas de drenaje bronquial. Estas técnicas aumentan el flujo de aire a través de los bronquios. Conforme el aire pasa rápidamente sobre el moco en los bronquios, se jala el moco hacia las vías respiratorias más grandes. Es igual al viento que pasa sobre el agua, formando las olas, o el viento que pasa por una planicie seca que sopla el polvo. Entre más rápido pase el aire, mueve mejor el moco.
Otra técnica para mover el moco se aplica tratando de hacer entrar aire que logre llegar detrás del moco espeso, y que lo empuje hacia las vías respiratorias más grandes. Cuando hay más aire detrás del moco, hay más aire que pasa sobre este para jalarlo. Si el aire no logra llegar detrás del moco, es difícil mover el moco.
Las técnicas para la terapia de drenaje bronquial (ACT, por sus siglas en inglés) son tratamientos que ayudan a las personas con Leucodiostrofia para que se mantengan sanas y puedan respirar con más facilidad.
Las ACT aflojan el moco espeso y pegajoso, para que pueda sacarse tosiendo o soplando. La limpieza de las vías respiratorias reduce las infecciones pulmonares y mejora la función pulmonar.
Las ACT mueven el moco desde las vías respiratorias más pequeñas hacia las más grandes (centrales), de donde se pueden toser o soplar hacia fuera.
Las ACT a menudo se usan con otros tratamientos, como los broncodilatadores y los antibióticos inhalados.
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